La representación de la superficie terrestre sobre una superficie plana, sin que haya deformaciones, es geométricamente imposible. En cartografía, este problema se resuelve mediante las proyecciones. Así, una proyección cartográfica es una correspondencia biunívoca entre los puntos de la superficie terrestre y sus transformados en el plano llamado plano de proyección.
La tierra tiene una forma aproximadamente esférica (con muchas desigualdades) y para representar el mundo en un mapa plano, se debe usar un método matemático llamado “proyección”. |
La proyección representa un cuerpo tridimensional en dos dimensiones. |
Por lo tanto, las proyecciones tampoco evitan ciertas distorsiones que, según como se proyecten, pueden afectar a la forma, al área, a las distancias o a los ángulos de los elementos representados, y aquí surge otro aspecto importante de la cartografía: decidir qué proyección se va a utilizar para minimizar esas distorsiones.